Relacionadas con la calidad del agua, se encuentran las medidas a tomar en la colección de la muestra. García y Beato (1979) han propuesto una serie de recomendaciones para el muestreo de aguas y el control de su contaminación. Otro método para determinar la calidad de las aguas consiste en evaluar un determinado índice de calidad, que representa la suma de diferentes indicadores del deterioro de la misma, a los cuales se les da un peso diferente en dependencia de los objetivos de control.
Además de calidad químico-física de las aguas es necesario controlar la calidad bacteriológica. La contaminación del agua por organismos patógenos se debe principalmente al vertimiento o percolación de residuos urbanos o agroindustriales, puesto que este tipo de microorganismo no se origina en las condiciones naturales. Los microorganismos están muy difundidos en las aguas minerales, incluso en condiciones de elevada temperatura como ocurre en algunas fuentes mineromedicinales. El control de estos organismos, tanto en el suelo como en las aguas, es de gran importancia para determinar el estado de estas últimas y para su explotación en el termalismo de salud.
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Los diferentes agentes responsables de la contaminación del agua. Fuente: rincondelvago.com |
Antiguamente la calidad bacteriológica en ríos, lagos y aguas subterráneas no se controlaba mediante la determinación de microorganismos patógenos, sino a través de la identificación de bacterias fecales, es decir, bacterias que subsisten normalmente en el tracto digestivo humano. En general, se utilizaba como índice las bacterias pertenecientes al grupo coliforme. Existe una relación aproximada entre la cantidad de estas bacterias y las de tipo patógenas, tales como salmonelas, aeromonas, seudomonas, clostridium, estafilococo y shigella. Aunque la contaminación de las aguas subterráneas ha ocurrido a todo lo largo de la historia de la humanidad, parece fácilmente aceptable que es durante los últimos decenios cuando se registra un aumento exponencial derivado de dos aspectos relevantes: la gran industrialización de nuestra sociedad y el aumento considerable de la demanda de agua. El agua utilizada por el hombre en los diversos usos domésticos, agrícola e industrial vuelve en un porcentaje elevado al medio, pero con un aumento de sales y otras sustancias indeseables, salvo que se sometan a un tratamiento depurador; en este último caso, también queda un residuo altamente contaminante que eventualmente puede deteriorar la calidad de los acuíferos.
Agentes contaminantes
Los agentes contaminantes se pueden reunir en los siguientes grupos: detergentes, plaguicidas, hidrocarburos, contaminantes orgánicos, contaminantes biológicos, contaminantes químicos minerales y sustancias radiactivas.
La actividad del hombre causa un deterioro progresivo a la calidad de las aguas superficiales y subterráneas. A pesar de que estas últimas son menos susceptibles a la contaminación, una vez contaminadas se hace muy difícil restablecer su calidad original.
Con vistas a preservar la calidad de los recursos hídricos de forma tal que se puedan utilizar racionalmente en beneficio de la economía, se han establecido zonas de protección sanitaria. Como tal se denomina el área alrededor de la toma de agua, donde se establecen diferentes tipos de regulaciones con el objetivo de evitar la contaminación y hacer mínimo el riesgo de su degradación.
Según la Norma Cubana (NC-93-11-1986), las zonas de protección sanitarias se establecen con los siguientes objetivos:
- Para el bienestar común, protección de las aguas subterráneas contra los efectos adversos de una degradación de su calidad, en interés de los suministros de agua, existentes o potenciales
- Para preservar las reservas hídricas de una región (evitar la reducción cuantitativa de las reservas explotables por el deterioro de la calidad de las aguas)
- Para preservar el medio ambiente subterráneo como parte este último del medio ambiente general
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